María Junyent Calsina, antigua alumna de acceso a la abogacía y del Master in International Law Foreign Trade & International Relations comparte su experiencia en Jakarta, con el Servicio Europeo de Asuntos Exteriores, en su misión con ASEAN.
“Desde siempre, tenía claro que una vez terminara mi formación académica quería vivir una experiencia que marcara un antes y un después en mi vida. Para ello, apliqué a distintas delegaciones de la Unión Europea por el mundo ofreciendo mi predisposición y ganas de colaborar en los proyectos que desarrollan. De esta iniciativa, logré contestación por parte de la Misión de la UE para con ASEAN con tal de formar parte de su programa “trainee”.
Dicho proyecto, se desarrolla en la delegación de la UE en Indonesia con base en Jakarta, uno de los lugares del mundo más opuestos a lo que, hasta entonces, yo estaba acostumbrada. Sin dudar, acepté la oferta y en cuestión de días me encontraba en Jakarta, la ciudad más caótica del mundo, la auténtica Babel actual, cuarta urbe más poblada del planeta, de dimensiones gigantescas, y donde me sentía incomprendida en todos los sentidos desde la abismal diferencia cultural y religiosa hasta la enorme barrera lingüística.
Mi estancia en Jakarta fue como una montaña rusa, con muchos altos y bajos, ya que no es una ciudad cómoda y a la que te acostumbras fácilmente pero el secreto está en hacer cambio de chip y tratar de sonreír a los contratiempos (que no son pocos) que la ciudad tiene guardados para tí y aprovechar al máximo de la experiencia.
El trabajar para la delegación de la Unión Europea me ha aportado, sin lugar a duda, la oportunidad de colaborar cerca de grandes profesionales de la política y administración, lo cual me ha enriquecido profesionalmente.
Asimismo, quiero destacar el crecimiento personal e interior que supone el encontrarse fuera de la zona de confort. El salir de la “pecera” hace que nuestro ser más puro y auténtico emerja y nos ayude a superar miedos, inseguridades y situaciones difíciles que de no estar lejos o en aquel lugar que consideres hostil nunca hubieran salido.
En este sentido, me gustaría invitar a tod@s aquellos que sientan que están anclados en su zona de confort a moverse, a sentirse vivos, útiles y a conocerse a sí mismos. En esta vida, todo es cuestión de ACTITUD y eso depende única y exclusivamente de uno mismo”.
