Rafael Cabarcos es actualmente Socio de Caminal & Schultz, y fue director de Recursos Humanos del Grupo Prisa durante 12 años.
Cabarcos explica en su artículo que, aunque generalmente hablamos de inteligencia lógico-matemática, espacial, musical, social, emocional, y algunos autores hablan incluso de una inteligencia espiritual, al sentido común no le hemos otorgado nunca el nivel cognoscitivo suficiente para incluirlo en esa relación de inteligencias.
https://old.isde.es/wp-content/uploads/2012/09/img_nid_1844_1.jpgRafael Cabarcos es actualmente Socio de Caminal & Schultz, y fue director de Recursos Humanos del Grupo Prisa durante 12 años.
Cabarcos explica en su artículo que, aunque generalmente hablamos de inteligencia lógico-matemática, espacial, musical, social, emocional, y algunos autores hablan incluso de una inteligencia espiritual, al sentido común no le hemos otorgado nunca el nivel cognoscitivo suficiente para incluirlo en esa relación de inteligencias.
Cabarcos, asegura que el sentido común es una capacidad básica en el mundo de la empresa y componente esencial de lo que bien podemos denominar “inteligencia empresarial”. Asimismo, describe esta capacidad como un sentido especial que el empresario tiene para “escuchar” al mercado y convertir los estímulos (“inputs”) que recibe en información clave para ofrecer un producto que satisfaga las necesidades de sus clientes. Esta escucha es activa y orientada. No sólo se limita a recoger información del mercado sino que la interpreta y convierte la información en un poderoso activo de la empresa.
“El empresario, el directivo, lucha día a día con la cuenta de resultados, con los precios, la demanda, la producción, el talento, los costes y la competencia, y es muy consciente de que la empresa está sometida a una formidable presión externa. Es por eso que tiene la responsabilidad de articular desde la empresa una estrategia global para posicionar y hacer valer sus intereses. Son múltiples los mecanismos y resortes que tiene para hacerlo, y tiene que actuar con exigencia y rigor”, asegura. Para Cabarcos es incomprensible que un alto directivo se entere de una información sensible que afecte a su empresa, a sus clientes, proveedores o, en general, a su “entorno negocial”, leyendo las noticias en los periódicos o, en el peor de los casos, lidiando con una situación que podría haber sido capturada con tiempo para la reacción.
De las grandes empresas, expertas en inteligencia de mercado, hemos aprendido ciertas claves, que nos ayudarán a reflexionar sobre la forma correcta de trabajar con este tipo de información esencial.
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